La Cruz roja

Sucedido a partir des la época en donde Ricardo trabajaba como voluntario en la Cruz Roja, pero hasta la fecha no he podido explicar ciertas situaciones.

En la unidad donde laboraba, siempre sucedían cosas extrañas, se escuchaba como apaleaban arena, se escuchaban pasos, a veces debía dormir dentro de la ambulancia y comenzaba a moverse, también a ciertas horas de la madrugada se llenaba la delegación de un olor muy repugnante, que siempre lo achacó a la poca higiene de algunos compañeros. Incluso, por tales situaciones hacían bromas al respecto y hasta bautizaron al “fantasma” como “La picada” debido a que todo se desencadenó a partir de que llevaron a una mujer que fue apuñalada por su marido y falleció en el lugar. Todo era cotidiano y no nos espantaba en realidad, sólo nos causaba intriga por saber qué era lo que causaba dichos fenómenos.

Los roles de guardia se sorteaban, y mientras uno se quedaba en el radio para cualquier eventualidad, el resto se iba a dormir. Ese día, a Ricardo le toco hacer guardia a las 2 o 3 de la madrugada, no lo recuerdo bien, pero el operador de la ambulancia le hizo compañía, se encontraban jugando cartas y platicando cuando tocaron la puerta. El operador fue quien se levantó a abrir y recibir a un joven de aproximadamente 25 años. Se encontraba en estado de ebriedad y bastante desaliñado. le dijo un poco alterado que él iba caminando y vio como un automóvil se había accidentado al bajar un puente, pero que al volcarse, había quedado el auto escondido entre un montón de arbustos, que nadie lo iba a poder ver, y que por eso nos iba a avisar.

Como requisito ante cada reporte de accidente se debe levantar un parte por escrito, es decir, tomar los datos de la persona y su descripción de los hechos con el fin de evitar falsas alarmas. Así que el operador de la ambulancia tomó sus datos, le dieron las gracias y se fueron….. el operador se apresuró a despertar a los compañeros que les tocaba salir a servicio y salieron. Obviamente el operador se fue con ellos y Ricardo se quedó completamente solo en la delegación.

Pasó el tiempo y sin novedades, aproximadamente una hora después le hablaron por el radio para indicarle que ya estaba de regreso y que se dirigían hacia la unidad, pues el conductor del auto había fallecido, y en esos casos el levantamiento del cuerpo y demás trámites le corresponden a la SEMEFO.

Cuando llegaron, entraron todos menos el operador,Ricardo preguntó por él y le dijeron que se había quedado en la ambulancia y volvieron a la recámara para seguir descansando. El Pensó que el operador entraría detrás de ellos, pero aún tardó un poco en entrar, le dio curiosidad por saber lo que hacía y salió a buscarlo. Fue cuando lo vio recargado en la ambulancia, fumando un cigarro y con un semblante de miedo.Ricardo Le preguntó que le había sucedido y le dijo:

-¿Viste bien al chico que vino a tocarnos?¿Tienes el parte?¿Cómo se llamaba? – Contestó a todo afirmativamente.

Y le dijo algo que le heló la sangre. Pues no lo vas a creer, pero era el 14 (MUERTO) del accidente. La doctora dijo que la muerte fue instantánea, pues se le rompió el cuello, iba hasta “la madre” de borracho.
Compararon los dos partes y efectivamente, era la misma persona.
Nunca supo lo que pasó, no lo vio físicamente, pero los datos coincidían y el operador tuvo la experiencia de hacerlo.